“You cannot live without dying. You cannot live if you don’t die psychologically every minute. This is not an intellectual paradox. To live completely, wholly, every day as if it were a new loveliness, there must be a dying to everything of yesterday, otherwise you live mechanically, and a mechanical mind can never know what love is or what freedom is. …To die is to have a mind that is completely empty of itself, empty of all its daily longings, pleasures and agonies. Death is a renewal, a mutation, in which thought does not function at all because thought is old. When there is death there is something totally new. Freedom from the known is death, and then you are living.”
~ Jiddu Krishnamurti
Die, die and die again, and again, and again
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Después de cada exhalación… la entrega.
La renuncia.
Luego… ¡liberación!
En pleno invierno, cuando los árboles han entregado sus hojas al viento y a la tierra, está la promesa, la esperanza de la proxima primavera.
“Nada se pierde, todo se transforma.”
Es un rendirse a la fuerza de la vida misma.
Sí, Cecilia!
La renuncia del conocido, del imperio del pasado y del futuro construido por la mente y protegido por el ego. Solamente desta manera el amor verdadero puede existir.
Bueno, me gusta mucho la palabra WHOLLY en esa frase porque contiene la palabra HOLLY en ella. Y vivir enteramente es vivir santificadamente. Ah, la belleza de la comprensión. Muchas gracias, Krishnamurti (compreendes lo que hablo de Krishnamurti ahora, Cecilia?). Divino.